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No se trata solo de carteles o vinilos, sino de integrar el mensaje de la marca en los soportes físicos que acompañan al producto. Los totem publicitario, por poner un ejemplo, son estructuras verticales que ofrecen una gran superficie para incluir información clave, imágenes impactantes y logotipos, actuando como verdaderos embajadores de la marca dentro del punto de venta. Este tipo de publicidad no invasiva resulta muy eficaz porque está insertada en el contexto de la compra, en el momento exacto en que el consumidor toma decisiones. En un entorno saturado de estímulos visuales, destacar requiere creatividad, coherencia y un diseño que aporte valor sin distraer. Los detalles exclusivos y decorativos también juegan un papel fundamental en la diferenciación. Los regalos y trofeos de metacrilato son ideales para acciones promocionales o para premiar la fidelidad de los clientes.